miércoles, 1 de marzo de 2017

Templo de La Soledad o Sagrario Metropolitano

El templo de Nuestra Señora de la Soledad, antiguamente llamado Templo Conventual de Nuestra Señora de la Soledad y el Corazón Transverberado de Santa Teresa, es una de las iglesias más emblemáticas de la ciudad de Puebla. La historia de su construcción gira en torno a la imagen de Nuestra Señora de la Soledad y la fundación del convento carmelitano.

Historia
1698 Diego Gutiérrez de Sotomayor dona terrenos e inicia la construcción de una ermita para albergar una imagen de Nuestra Señora de los Dolores
1706 Llega de España parte de la imagen de Nuestra Señora de los Dolores, traída por Diego Fernández de Santillán, conde de Casalegre. Dos años más tarde es colocada en su ermita
1729 La Santa Sede autoriza la fundación del segundo convento de carmelitas descalzas de la ciudad, motivada por don Juan Francisco de Vergalla
1730 Se concluye y dedica el primer templo de Nuestra Señora de la Soledad con reformas y ampliaciones para la vida conventual
1748 Toman posesión del convento las religiosas carmelitas
1862 Primera exclaustración de las religiosas carmelitas
1945 Tercera y última exclaustración de las religiosas carmelitas

La fachada principal está trabajada en cantera gris y presenta algunos símbolos asociados a la pasión de Cristo, por ejemplo el Divino Rostro sobre la puerta 


y el par de medallones que llevan en el centro la escalera y vinajera, los clavos y el martillo. 


En el centro de la fachada se encuentra un tablero trabajado en piedra de villerías que muestra a la Virgen María como Tota Pulchra

Alto relieve dela fachada de la Soledad representando a la vírgen rodeada de advocaciones de la letanía lauretana; arriba: "El Sol de Justicia" y "el Espejo de Justicia";  a la izquierda: "la Puerta del Cielo" (arriba) y la fuente como símbolo de la "Madre de la divina Gracia" (abajo); a la derecha: la "Torre de Marfil" (arriba) y la "Casa de Oro" (abajo).


El templo posee un pequeño atrio en forma de “L” alargada, la puerta procesional actualmente tapiada y la cúpula, que está decorada con azulejos blancos y negros, colores asociados a la Virgen de la Soledad.

En los lados del cubo octagonal de la cúpula se leen, supliendo algunas letras no visibles, los versículos 22 y 23 del salmo 117 "HIC FACTUS EST - IN CAPVT ANGVLI - A DOMINO - FACTUM EST - INSTVD ET EST - MIRABILE - IN OCVLIS NOSTRIS. EX PS. DAVID". En castellano: "Esta (la piedra que desecharon los edificadores) ha sido puesta por cabeza del ángulo. Por el Señor ha sido hecho eso, y es cosa marvillosa en nuestros ojos. Del salmo de David".

El templo de una sola nave y planta de cruz latina, alberga seis altares neoclásicos dedicados a San Antonio de Padua, San Juan Nepomuceno, San Luis Gonzaga, el Sagrado Corazón de Jesús, la Virgen de Guadalupe y Jesús Nazareno. En cada uno de estos altares se colocó un par de esculturas de los apóstoles traídas desde París.

Nave principal del templo




Altar a la Vírgen de Guadalupe



 Altar a Jesús Nazareno



En uno de los altares está colocada una reproducción de la Sábana Santa de Turín, copiada al original, como lo informa la frase colocada en la orla del marco “Il Vero Rittrato Del Santissimo Sudario de Nostro Signore Giesu Christo” ésta es una de las copias existentes en la ciudad de Puebla, la otra se encuentra en Catedral, en la capilla hornacina de la Sábana Santa.


En el espacio que correspondería al coro bajo, se encuentran dos pinturas de gran formato, realizadas por Pablo José de Talavera, pintor activo en la primera mitad del siglo XVIII. En estos lienzos están plasmados hechos históricos asociados a la fundación del convento carmelitano.


La pintura del lado de la epístola es la Emisión de la Bula y Cédula real de fundación del monasterio de Nuestra Señora de la Soledad y San José de Puebla. Aunque corresponden a momentos cronológicamente dispares, el pintor los unió en la composición para darle mayor importancia a la fundación de los conventos carmelitanos femeninos. La escena muestra simbólicamente al Papa otorgando la licencia eclesiástica de la fundación del convento a don Juan Francisco de Vergalla y al obispo don Benito Crespo, ambos promotores de la causa. En cuanto a la autorización real, podemos observarla en la otra escena, donde aparece el rey Fernando VI entregando el documento a don Antonio de Nogales, eclesiástico de la catedral de Puebla, quien a su vez lo entrega al obispo angelopolitano Pantaleón Álvarez de Abreu. 


El lienzo del lado del evangelio es la Procesión de Fundación del Monasterio de Nuestra Señora de la Soledad y San José de Puebla. Esta pintura, auténtico documento pictórico, retrata la solemne procesión de fundación de los conventos, mostrando a los personajes involucrados en el proceso. En el primer plano se observa a las monjas fundadoras siguiendo a la imagen de la Virgen de la Soledad bajo palio, detrás de ellas el obispo Pantaleón Álvarez de Abreu, don Antonio Nogales Dávila y los miembros del cabildo eclesiástico. La procesión se dirige al nuevo monasterio, tal y como se puede comprobar al comparar la fachada pintada en la esquina superior derecha con la de la actual iglesia. En este acto público de fe asistieron las órdenes religiosas asentadas en la ciudad, ordenadas de acuerdo a su antigüedad, siendo la primera la de los franciscanos, llevando en andas las imágenes de los santos patronos como San José, San Pedro y San Francisco.


En el transepto se conservan retablos dorados que datan de 1733. Éstos cubren completamente los muros y presentan tanto pintura, como escultura.

El retablo que corresponde al lado izquierdo del crucero, está actualmente dedicado al Sagrado Corazón de Jesús. Las pinturas presentan a los doce apóstoles y la Virgen María. Son obra de Nicolás Rodríguez Juárez, pintor activo entre la segunda mitad del XVII y la primera mitad del XVIII, la firma se puede apreciar en la pintura que corresponde a San Pedro, colocada en el lado izquierdo del retablo.

Retablo dedicado al Sagrado Corazón de Jesús

El retablo del lado derecho del crucero, está dedicado a San José, devoción impulsada por Santa Teresa de Jesús y patrono de la Orden del Carmelo. En el nicho central, se encuentra una escultura estofada del santo, quien porta en una de sus manos la vara florida y en la otra al Niño Jesús, acompañado por los padres de la Virgen, San Joaquín y Santa Ana. Las pinturas del retablo, presentan escenas de su vida y su papel como padre de Cristo. Remata el retablo una pintura de San José como patrono de la Nueva España, con las autoridades civiles y eclesiásticas cobijadas bajo su manto, entre las que se puede reconocer al obispo angelopolitano Pantaleón Álvarez de Abreu.

Retablo en honor a San José

El altar mayor fue modificado al estilo neoclásico por el artista poblano José Manzo y Jaramillo alrededor de 1845, conservándose el boceto de esta reforma en el Museo Regional “Casa del Alfeñique”. El altar presenta al centro un nicho que resguarda la famosa imagen de Nuestra Señora de la Soledad, acompañada a los lados por esculturas de San Juan y Santa María Magdalena. Sobre su nicho se encuentran tres cruces, formando el calvario y resguardado por dos ángeles.


El templo presenta algunos espacios adecuados para la vida conventual, por ejemplo, las tribunas con triple celosía para el uso de las monjas durante las celebraciones.


El espacio correspondiente a la cratícula, a un lado del altar, se encuentra actualmente tapiado. Originalmente se encontraba cubierto por un lienzo de José Joaquín Magón, pintor poblano del XVIII. Esta pintura se encuentra ahora colocada en el lado izquierdo del crucero. Muestra a santos doctores y confesores carmelitas rodeando un par de puertas que se abrían para pasar la eucaristía a los monjas. 



Para saber más:

Mapa de sitio:






Referencias:
  • Las calles de Puebla. Hugo Leicht. Junta de Mejoramiento Moral, Cívico y Material del Municipio de Puebla. Puebla, 1986.
  •  Guía de patrimonio religioso de la Ciudad de Puebla.

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